Hay que superarse cada día... por eso, ahora, me dedico a inmovilizar a mis presas con tiros extremos en la cola... jajaja. Lo del tiro en la cabeza ya no se lleva...
Si observáis bien al dentón y al sargazo picudo entenderéis lo que digo. Hay días en los que uno tiene mucha suerte; justo la que falta en otras jornadas con piezas para el recuerdo que ves escaparse con impotencia...
Está siendo un verano extraño, con el agua demasiado fría a poca profundidad y menos limpia que otros años. Esperemos que septiembre y la entrad del otoño vengan bien...
2 comentarios:
Anda que no llegaste contento a casa!!!!!
Pero yo no lo llamaría tan solo suerte, sino perseverancia!!!! Doy fe... ja,ja,ja,ja,...
Eres mi sufridora nº1, eh?
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