Era la última bajada de la tarde, empezaba a escasear la luz y mi padre y barquero me presionaba para marcharnos... Le dije: "una bajada mas!!"... ventilo, golpe de riñon, caída lenta... acecho y me entran dos preciosas lubinas. Pasa la primera sin que pueda apuntarle pero la segunda tiene un mal día. Tiro frontal, queda seca y sube a la barca. Ahora si que podemos irnos a casa, ok? :-)
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